DIARIO DE SORIA – TURRÓN

Fernando G. CÓRDOBA

            El pasado domingo, publicaba Julián de la Llana en las páginas del DIARIO, un artículo con promesa de continuidad, narrando los orígenes del belén, reproducción de las escenas que acompañaron al nacimiento de Jesús, y que adorna hogares, establecimientos y lugares públicos en estas fechas de Navidad. Es ésta una de nuestras más arraigadas tradiciones navideñas, aunque otras foráneas, tratan de comer terreno desde hace ya unos cuantos años. Ahí está el gordinflón rojo de las largas barbas blancas, pretendiendo competir con los majestuosos, al tiempo que amables Magos de Oriente, que continúan, sin embargo, siendo los protagonistas indiscutibles de la noche más mágica del año. Y si no, que se lo pregunten a cualquiera de nuestros niños.

            Pero la Navidad tiene en nuestra cultura y tradición, otro protagonista, el gastronómico. Si bien  estas fechas se celebran con diferentes especialidades culinarias, según el lugar de España en que nos encontremos, existe, no obstante,   a la hora de los postres,  unanimidad: el turrón. Ese delicioso postre de origen árabe que endulza las fechas navideñas y, sobre todo, nuestros paladares. No sé, sin embargo, si el turrón, producto tan original y característico, no está siendo invadido por otros, a los que sin negar sus bondades, acaso cabría acusar de ser usurpadores de un nombre: turrón. Exhiben en sus etiquetas esta palabra, pero en realidad  me atrevería a decir que están muy alejados de lo que es la esencia de este delicioso dulce.

            Afortunadamente, aún quedan muchos auténticos turroneros, que elaboran de forma artesanal y un mimo muy especial, este genuino producto.

            Es el caso de Enrique López, en Arcos de Jalón, al que no quiero calificar de fabricante, sino de artesano del turrón, y del que afirmo que pone el mismo cariño en la elaboración de sus turrones, que en el trato exquisito a sus clientes. Con él hablaba  hace unos días de las dichas y desdichas del turrón y me comentaba de la escasa sensibilidad que por parte de la Administración existe para conservar con fidelidad las peculiaridades que han hecho de este singular dulce, uno de los más preciados placeres de los que disfrutamos con el sentido del gusto. De todas formas, labores como la suya y otros muchos profesionales turroneros hacen que el turrón siga siendo en nuestro país, otro de los ingredientes fundamentales de la Navidad. ¡Que aproveche!

                                    Publicado: 17-12-02

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